sábado, 31 de diciembre de 2011

SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS, RUEGA POR NOSOTROS





Un tan hermoso Doncel
hoy ha nacido en el suelo,
que la luna y sol del cielo
no lucen delante de él.

Es un Niño en quien se halla
hermosura tan sin par,
que no se pueden hartar
los ángeles de miralla.

Y aun lo menos que hay en él
es lo que mostró en el suelo,
pues la luna y sol del cielo
no lucen delante de él.

Nació este hermoso Doncel
de una graciosa Doncella,
después de Dios la más bella
de todo lo que no es él.


Como al fin Madre de aquél
que es Rey del cielo y del suelo,
y que las lumbres del cielo
no lucen delante de él.

Al Padre, al Hijo, al Amor,
alegres cantad, criaturas,
y resuene en las alturas
toda gloria y todo honor. Amén

TE DEUM


ACCIÓN DE GRACIAS POR EL AÑO QUE TERMINA





Te Deum laudámus: te Dóminum confitémur.
Te ætérnum Patrem, omnis terra venerátur.
Tibi omnes ángeli, tibi cæli, et univérsæ potestátes.
Tibi chérubim et séraphim incessábili voce proclámant:
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus Deus Sábaoth.
Pleni sunt cæli et terra maiestátis glóriæ tuæ.
Te gloriósus Apostolórum chorus, te prophetárum laudábilis númerus, te mártirum candidátus laudat exércitus.
Te per orbem terrárum sancta confitétur Ecclésia:
Patrem imménsæ maiestátis, venerádum tuum verum et únicum Fílium: Sanctum quoque Paráclitum Spíritum.
Tu rex glóriæ, Christe.
Tu Patris sempitérnus es Fílius.
Tu, ad liberándum susceptúrus hóminem, non horruísti Vírginis uterum.
Tu, devícto mortis acúleo, aperuísti credéntibus regna cælórum.
Tu ad déxteram Dei sedes in glória Patris.
Iudex créderis esse ventúrus.
Te ergo quæsumus, tuis fámulis súbveni, quos pretióso sánguine redemisti.Ætérna fac cum Sanctis tuis in glória numerári.
Salvum fac pópulum tuum, Dómine, et bénedic hereditáti tuæ.
Et rege eos, et extólle illos usque in ætérnum.
Per síngulos dies benedícimus te; et laudámus nomen tuum in sæculum, et in sæculum sæculi.
Dignáre, Dómine, die isto sine peccáto nos custodire.
Miserére nostri, Dómine, miserére nostri.
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos, quemádmodum sperávimus in te.
In te, Dómine, sperávi: non confúndar in ætérnum.

ORACIÓN PARA EL AÑO QUE ACABA

                                                              AL FINAL DEL AÑO





Señor, al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de ti. Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor por lo que fue posible y por lo que no pudo ser. Te ofrezco cuanto hice en este año: el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir. Te presento las personas que a lo largo de estos meses ame, las amistades nuevas y los antiguos amores, los mas cercanos a mi y los que están mas lejos, los que me dieron la mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor, hoy quiero pedir perdón por el tiempo perdido, por el dinero malgastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías, y el trabajo mal hecho, por vivir sin entusiasmo. Por la Oración que fui aplazando y que hasta ahora no vengo a presentarte. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios, nuevamente te pido perdón.
autor: padres columbanos

viernes, 30 de diciembre de 2011

PILAR FARJAS: UNA ELECCIÓN ACERTADA

  
Pilar Farjas Abadía








    Leo en la prensa que el Consejo de Ministros celebrado hoy  (segundo de los presididos por Mariano Rajoy) ha ratificado en nombramiento de Pilar Farjas como Secretaria General del Ministerio de Sanidad.

     Al hilo de la  noticia, copio  lo publicado en el diario  El País el 29/08/2009 ,  bajo el título "Farjas: el ateísmo deja a la gente sin fuerza moral " y me permito resaltar aquellos párrafos que me parecen más dignos de interés:

      Liberada durante unos días de sus responsabilidades como conselleira de Sanidade, Pilar Farjas dedicó sus vacaciones a releer Caritas in Veritate -la tercera encíclica del Papa- y halló argumentos no sólo para reforzar su fe, sino para reafirmar su oposición a proyectos que centrarán la vida política a la vuelta del verano, como la reforma del aborto o el proyecto de ley que prepara el Ejecutivo central para garantizar las libertades religiosas.

     "Hay decisiones del Gobierno profundamente injustas, como aquellas que limitan la defensa de la vida", aseguró Farjas, que animó a los cristianos a reflexionar sobre "las repercusiones morales" de las acciones de los gobernantes y a tenerlas en cuenta a la hora de afiliarse a un partido, participar "en la vida pública" o acudir a las urnas.
Invitada a participar en la Semana de Teología y Pastoral que organiza cada año la Fundación Hogar Santa Margarita, su parroquia en A Coruña, Pilar Farjas dedicó a "la defensa de la vida" parte de su conferencia titulada El compromiso político vivido desde la fe. En ningún momento pronunció la palabra aborto o interrupción del embarazo. Pero, recogiendo una argumentación cercana a la de los antiabortistas, la responsable de Sanidade equiparó "la defensa de la vida" a la conquista que supuso reconocer la igualdad de sexos o la abolición de la esclavitud, "esa aberración que suponía negar al negro su humanidad".
     Defender "la vida" es un logro "del avance científico". "Quien quiera enfrentar conocimiento científico con la fe tergiversa la defensa de la vida que hacemos los cristianos, porque la ciencia nos permite ver la grandeza de quien fue capaz de crear la vida", remarcó Farjas. Añadió que defiende libertades como la de "organizarse" o la lingüística. "Es pecado limitar el uso de un elemento de comunicación como la lengua", consideró, y añadió que su partido es defensor "de la vida" y opuesto a "justificar la vida de una persona en objetivos colectivos".

      Fuerza moral

     Farjas se valió de la "importancia de la acción social" que la encíclica recomienda ejercer activamente a todo buen cristiano para criticar el proyecto de ley de libertades religiosas que prepara el Gobierno. "No existe posibilidad de fe sin praxis social", aseveró al tiempo que descalificó el ateísmo "porque deja los ciudadanos sin fuerza moral de desarrollarse".
     Aunque insistió en situar la conferencia de ayer fuera de su agen.-ñ vccccda pública y en negar que acudiese a hablar "como conselleira o miembro del Gobierno", Farjas reivindicó su compromiso político y su responsabilidad en la Xunta como "un valor intrínseco" de su fe. Y aparte de la satisfacción que para una médica como ella supone ser ahora responsable de la sanidad pública, atribuyó su carrera política sobre todo a seguir a pies juntillas el Concilio Vaticano II. "Somos la presencia viva de Jesús en la sociedad", proclamó Farjas, que descalificó "el engaño, la perversión, la falacia y la mentira de quienes dicen que la fe se debe expresar sólo en el ámbito privado". No obstante, entre las cargas "y sacrificios" que implica su cargo, una de las que "peor" lleva es que se mencione su "compromiso cristiano".

     Esto es lo que manifestó la Sra. Farjas hace poco más de dos años.
     Si  como es de suponer esta señora sigue fiel a sus ideales, la noticia de su elección para el cargo de Secretaria General del Ministerio de Sanidad - desde el que podrá poner en práctica esos principios que la inspiran -  me parece absolutamente esperanzador para los tiempos que corren.
     Recemos porque el ejercicio de su cargo resulte todo lo  fructífero que su talante augura.
    

jueves, 29 de diciembre de 2011

SAGRADA FAMILIA DE NAZARET ¡PROTEGE A NUESTRAS FAMILIAS!


DÍA DE LA SAGRADA FAMILIA




Padre Celestial, nos has dado un modelo de vida en la Sagrada Familia de Nazaret. Ayúdanos, Padre amado, a hacer de nuestra familia otro Nazaret, donde reine el amor, la paz y la alegría.Que sea profundamente contemplativa, intensamente eucarística y vibrante con alegría. Ayúdanos a permanecer unidos por la oración en familia en los momentos de gozo y de dolor.



Enséñanos a ver a Jesucristo en los miembros de nuestra familia especialmente en los momentos de angustia.Ház que el corazón de Jesús Eucaristía haga nuestros corazones mansos y humildes como el suyo y ayúdanos a sobrellevar las obligaciones familiares de una manera santa. Ház que nos amemos más y más unos a otros cada día como Dios nos ama a cada uno de nosotros y a perdonarnos mutuamente nuestras faltas como Tú perdonas nuestros pecados.



Ayúdanos, oh Padre amado, a recibir todo lo que nos das y a dar todo lo que quieres recibir con una gran sonrisa. Inmaculado Corazón de María, causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.Santos Angeles de la Guarda permaneced a nuestro lado, guiadnos y protegednos.Amén.



Beata Teresa de Calcuta

VÉANTE MIS OJOS, MUÉRAME YO LUEGO







Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.



Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos:

luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.



     No sé por qué, estas palabras de Simeón  , repetidas a diario en la Liturgia de las Horas al finalizar el día,  me hacen evocar  al día de mi muerte.  Supongo que en lo mismo pensaba el viejo Simeón cuando las pronunció: el pueblo judío esperaba la venida del Mesías y a Simeón se le concedió la gracia de reconocerlo en ese niño desvalido. Ya podía descansar en paz,  no necesitaba más en esta vida que tomar conciencia de que  el Salvador estaba entre nosotros. Este es el anhelo repetido por todos los santos. Recuerdo especialmente a Santa Teresa de Jesús, cuando escribió: 

           

Véante mis ojos, dulce Jesús bueno;
véante mis ojos, muérame yo luego.

Vea quién quisiere rosas y jazmines,
que si yo te viere, veré mil jardines,
flor de serafines; Jesús Nazareno,
véante mis ojos, muérame yo luego.

No quiero contento, mi Jesús ausente,
que todo es tormento a quien esto siente;
sólo me sustente su amor y deseo;
Véante mis ojos, dulce Jesús bueno;
véante mis ojos, muérame yo luego.


Siéntome cautiva sin tal compañía,
muerte es la que vivo sin Vos, Vida mía,
cuándo será el día que alcéis mi destierro,
véante mis ojos, muérame yo luego.


Dulce Jesús mío, aquí estáis presente,
las tinieblas huyen, Luz resplandeciente,
oh, Sol refulgente, Jesús Nazareno,
véante mis ojos, muérame yo luego.


¿Quién te habrá ocultado bajo pan y vino?
¿Quién te ha disfrazado, oh, Dueño divino ?
¡Ay que amor tan fino se encierra en mi pecho!
véante mis ojos, muérame yo luego.

Gloria, gloria al Padre, gloria, gloria al Hijo,
gloria para siempre igual al Espíritu.
Gloria de la tierra suba hasta los cielos.
Véante mis ojos, muérame yo luego. Amén.




 
     A mi me gustaría también morir con el convencimiento de Simeón,  de haber visto  a mi Salvador y haberlo reconocido. Estoy segura de que me proporcionaría una gran paz en ese momento definitivo.  Cierto que intelectualmente tengo el convencimiento de que Jesús ha venido y  ha  venido a  salvarnos pero  no obstante,  muchas veces me cuesta advertir su presencia en el vivir cotidiano. Y debe ser muy triste que llegado el día de encontrarme cara a cara con Él, para toda la eternidad,  me resulte  un perfecto  desconocido. Me viene a  la memoria la oración compuesta por otra gran  Teresa, la Beata Teresa de Calcuta,  cuya espiritualidad , como la de la anterior,  me  atrae muchísimo y  quisiera que fuera el referente de mi vida. Esta oración, creo haberla transcrito en el blog en otra ocasión , pero  debo volver  a  reseñar al menos  una parte de ella: 

Jesús es el Hambriento - para ser alimentado.
Jesús es el Sediento - para ser saciado.
Jesús es el Desnudo - para ser vestido.
Jesús es el que no tiene hogar - para ser acogido.
Jesús es el Enfermo - para ser curado.



Jesús es el que está solo - para ser amado.
Jesús es el Rechazado - para ser aceptado.
Jesús es el Leproso - para lavar sus heridas.
Jesús es el Mendigo - para darle una sonrisa.
Jesús es el Borracho - para escucharlo.
Jesús es el Retrasado Mental - para protegerlo.
Jesús es el Pequeño - para abrazarlo.

Jesús es el Ciego - para guiarlo.
Jesús es el Mudo - para hablar por é.
Jesús es el Inválido - para caminar con él.
Jesús es el Drogadicto - para ser su amigo.
Jesús es la Prostituta - para apartarla del peligro y ser su amigo.
Jesús es el Prisionero - para ser visitado.
Jesús es el Anciano - para ser servido.

          Debemos pedir especialmente en este día que se nos conceda, como a Simeón, la capacidad y la apertura de corazón  necesarias  para saber reconocer a Nuestro Salvador con las mil caras con  que se nos presenta cada día  para así,  poder decir como él: Ahora Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz porque mis ojos han visto a tu Salvador. Que así sea.



miércoles, 28 de diciembre de 2011

TODOS LOS DÍAS SON DÍA DE LOS SANTOS INOCENTES







     "En Ramá se ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel que llora por sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya están muertos."




     Recordamos  en el 28 de diciembre el día de los Santos Inocentes. A lo largo del tiempo, el sentido de esta  fecha se  ha venido devaluando, habiéndose convertido en el día de las bromas por excelencia. Pero  no fue precismamente una broma la matanza de Herodes de todos los menores de los alrededores de Belén ni es ésta una fiesta que merezca hilaridad de ninguna clase.
     Jeremías profetizó el acontecimiento, resaltando el llanto de Raquel pore sus hijos muertos. Hoy, sin embargo, ni siquiera  Raquel  llora ya la muerte de sus  hijos,  sino que incita a su asesinato. Los Santos Inocentes deberían conmemorarse cada día en nuestra sociedad , que promueve el aborto , que lo acepta, que lo ejecuta, que lo convierte en un derecho y en ocasiones, hasta en un deber. Miles de inocentes son exterminados a diario ante nuestros ojos, sin que ya se nos  conmuevan  las  entrañas,  porque se nos ha adormecido  la conciencia.

       No sería justo cargar la toda culpa del mal de este siglo sobre las madres que llevan a cabo esta iniquidad. Todos somos cómplices de la matanza: desde el legislador que  que promulga la ley inicua hasta la autoridad  que la sanciona; desde el médico que lo recomienda o lo ejecuta hasta los educadores que infunden en  la juventud doctrinas contrarias a la ley natural; desde los votantes de los partidos que  incluyen el aborto en sus programas,  hasta los ciudadanos que con nuestra apatia lo consentimos o no ponemos medios suficientes para su abolición. Hoy Herodes se multiplica en cada uno de nosotros, como los Santos Inocentes se multiplican a diario en cada niño abortado.

   Esta sociedad actual, estulta hasta sus cimientos,  se llena la boca con sus frases huecas  sobre la solidaridad, la integración,  la igualdad del género, la lucha  contra el sexismo, los derechos de los animales, de las plantes y hasta del mobiliario urbano ( todo ello muy defendible,  pero no lo principalmente defendible)  pero resulta incapaz no ya de frenar, sino aún de tomar conciencia , del crimen organizado que se comente a diario en los miles de abortorios esparcidos por nuestras calles, junto a nuestra casa, al lado del colegio al que asisten nuestros niños ( esos que tuvieron la suerte de nacer)  y dentro del radio en el que no se permite fumar para no contaminarlos,  pero en el cual sí se permite la destrucción de la vida humana en sus inicios.

     Una sociedad  que no respeta el valor esencial a la vida, es una sociedad esencialmente abocada a la destrucción. Como dijo Bernanos:

   
  
    
     "No olvidéis nunca que este mundo odioso se mantiene en pie por la complicidad - siempre combatida, siempre renaciente - de los santos, de los poetas y de los niños. ¡Sed fieles a los santos! ¡Sed fieles a los poetas! ¡Sed fieles a los niños! ¡Permaneced fieles a la infancia! ¡Y no os convirtáis nunca en personas mayores! "




 


 

domingo, 25 de diciembre de 2011

MINISTRO ELECTO, CATÓLICO CONFESO: JORGE FERNÁNDEZ DÍAZ




     Entre los diversos nombramientos ministeriales,  se resalta en varios medios  el de Jorge Fernández Díaz , nuevo ministro de interior,  quien se ha reconocido en distintas ocasiones como católico practicante.
     En la web Religión en Libertad, se publica la entrevista que se le realizó para el libro "No es bueno que Dios esté solo"(Gonzalo Altozano,  Ciudadela) y la transcribo a continuación:




-¿Su conversión fue al modo de san Pablo o al de san Agustín?-Fue, salvando las distancias, más agustiniana que paulina, en el sentido de que no fue instantánea, sino que me resistí mucho.

-¿Venía del ateísmo?-No.

-Entonces, del agnosticismo.-Tampoco. Yo no negaba a Dios, simplemente vivía como si no existiera, sólo me acordaba de Él en los momentos difíciles. Era eso que llaman un católico no practicante.

-¿No es eso una contradicción?-Lo es. Pero yo vivía en esa contradicción. Mi fe era una fe muerta porque era una fe sin obras.

-¿Qué cambió todo?-La convicción plena de que mi vida sólo tenía sentido a la luz de Dios. A partir de ese momento, Él empezó a tener más presencia en mi vida. Es en este sentido en el que hablo de conversión.

-¿En qué consiste su vida con Dios?-Digamos que mi plan de vida está muy próximo a la espiritualidad del Opus Dei: ir a misa todos los días, rezar el Rosario, hacer un rato de oración, otro de lectura espiritual...

-¿Lee mucho?-Mucho. Tras mi conversión me di cuenta de que mi déficit en formación religiosa, moral y ética era importante. Tenía que recuperar el tiempo perdido y la lecturame ayudó a ello.

-¿El autor que más le ha marcado?-Son muchos, pero si me tengo que quedar con uno, elijo a Vittorio Messori, con quien me unen tantas cosas. El providencialismo, por ejemplo. Messori analiza los acontecimientos teniendo en cuenta que Dios es el Señor de la Historia, del Tiempo, de la Cronología. A mí también me atrae ese tipo de visión de los hechos que se incardina en lo que se llama Teología de la Historia.

-¿Y el libro?
-Le diré tres, aunque haya muchos más. El regreso del hijo pródigo, de Henry Nouwen, La historia de un alma, de santa Teresita de Lisieux, y Las confesiones, de San Agustín. Los leí por primera vez en 1997.

-¿Es el año de su camino de vuelta?-1997 fue el año en que el Señor dijo: “Hasta aquí hemos llegado. O caixa o faixa”. Pero mi camino de retorno empezó en 1991.

-Seis años antes.-Ya he dicho que mi conversión fue más agustiniana que paulina, que me hice mucho de rogar.

-¿Qué pasó en 1991?-Me encontraba de viaje oficial en Estados Unidos, invitado por el Departamento de Estado. Un fin de semana nos llevaron a Las Vegas. Allí, por medio de un gran amigo, que sin duda fue un instrumento de la providencia de Dios, Él salió manifiestamente a mi encuentro. Lo recuerdo y pienso en san Pablo: “Donde abundó el pecado, sobreabundó la Gracia”.

-¿Lo dice por usted o lo dice por Las Vegas?-Lo digo por mí y lo digo por Las Vegas.

-¿Es fácil tener presente a Dios en el Congreso de los Diputados?-Aunque parezca que le hayamos cerrado la puerta, aunque a veces no lo queramos ver o escuchar, tengo la íntima convicción de que Dios está muy presente en el Congreso. Las Cortes son el órgano legislativo del Estado y Dios, el gran legislador del universo.

-¿Cómo vive la política?-Como un magnífico campo para el apostolado, la santificación y el servicio a los demás, como mi vocación personal y específica, el lugar donde Dios quiere que esté. Para un católico, dedicarse a la política, aquí y ahora, es un reto apasionante.

-¿Cómo la vivía antes?-Como una actividad que me apasionaba. Pero estaba instalado en el relativismo, y cuando no hay convicciones todo es cálculo político, intereses partidistas.

-¿Se encuentra cómodo en el PP?-El mío es un partido en cuyo ideario ocupa un lugar importante el humanismo cristiano. Sí, me siento bien.

-Antes hablaba de providencialismo. ¿No cree en el azar?-En la vida las cosas no suceden porque sí o gracias a los amigos o por lo listo que uno sea; todo esto son causas segundas, mediaciones humanas, que, respetando la libertad de cada uno, responden a los designios de Dios. Volviendo a san Agustín y salvando de nuevo las distancias, si pienso en las cosas que me pasaron antes de mi      conversión, puedo decir lo que el de Hipona en sus Confesiones: “Ah, Señor, eras Tú”.




Jorge Fernández Díaz jura su cargo como ministro del Interior ante los Reyes en el Palacio de la Zarzuela, con un ejemplar de la Constitución y otro de la  Biblia


      Según lo manifestado en su entrevista, el nuevo ministro parece ser  una persona de convicciones  religiosas profundas - que se ha prestado a proclamar nada menos que en un libro-  por lo que cabe esperar que las mismas se reflejen en su actuación  política e influyan en  definitiva en nuestra sociedad. Cierto es que la cartera que se le ha asignado no está directamente implicada en ciertos temas que a mi entender precisan una  urgente modificación, entre los que destaco la defensa de la vida humana en todos sus estadios  y en cualquier circunstancia, pero  no se puede negar  el papel destacado que la Constitución  reserva al Consejo de Ministros, a través del cual podrá defender los principios que según ha manifestado , lo inspiran.
     La ley del aborto precisa una reforma urgente e inmediata, quizá más inmdediata que cualquier otra ley o cualquier otra medida social o económica que se pretenda adoptar: a través de la misma, se están destruyendo las vidas de muchos  españoles a diario. No cabe  la defensa de ningún otro derecho si no se principia por la defensa  del derecho a la vida por ser éste el fundamental de toda persona. España tiene muchos problemas sociales, pero el principal problema es que a muchos "ciudadanos" se les cercena el derecho a nacer.
     No me queda clara la postura del nuevo gobierno en relación con el  tema del aborto: modificar la ley de plazos o solicitar el consentimiento paterno para que las menores accedan al aborto no creo que sea una defensa ni suficiente ni contundente de la vida humana. No soy política, no me gusta la política, ni siquiera soy buena católica -aunque me gustaría serlo - pero aspiro a que aquellos que compaginan ambas vocaciones  -el ser católico al fin y al cabo, es responder a una vocación, a una llamada que Dios nos hace a todos y a la que unos responden y otros no -  sean coherentes con la fe que dicen profesar. Espero y deseo que la conversión de la que habla el Sr. Fernández Díaz en su entrevista haya sido profunda y bastante como para  que de frutos  abundantes y que los mismos se traduzcan en la revitalización de esta pobre sociedad española  . Según el diccionario de la RAE, revitalizar es "dar fuerza y vitalidad a algo" , siendo la vitalidad la "actividad y eficacia de las facultades vitales." Para revitalizar, es necesario que exista la vida y eso es lo que reclamo del gobierno entrante. Sin ello, lo demás será papel mojado. 
     Recemos porque la fe del Ministro del Interior no se vea limitada por el cargo , sino antes bien,  ponga el cargo al servicio de la fe. Lo mismo pido para todos los políticos que se confiesan católicos.
    

FELIZ NAVIDAD

ES NAVIDAD





     En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo.
     Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria.
     Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen.
     José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
     Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
     En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche.
     De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor,
pero el Angel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo:      Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre".
     Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
"¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!".





Es navidad cada vez que sonríes a un hermano y le tiendes la mano.
 
Es navidad cada vez que estás en silencio para escuchar al otro.
 
Es navidad cada vez que no aceptas aquellos principios que destierran a los oprimidos al margen de la sociedad.

Es navidad cada vez que esperas con aquellos que desesperan en la pobreza física y espiritual.
 
Es navidad cada vez que reconoces con humildad tus límites y tu debilidad.
 
Es navidad cada vez que permites al Señor renacer para darlo a los demás


¡FELIZ NAVIDAD!

viernes, 23 de diciembre de 2011

NOS VISITARÁ EL SOL QUE NACE DE LO ALTO


24 DE DICIEMBRE





     Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.

     Propósito del día: reconocer a Dios hecho hombre, que viene a nosotros todos los días, en la figura de nuestros hermanos.







Señor, te esperábamos más grande, y vienes en la debilidad de un niño.
Te esperábamos a otra hora, y vienes en el silencio de la noche.
Te esperábamos poderoso como un rey, y vienes hombre frágil como nosotros.
Te esperábamos de otra manera, y vienes así de sencillo.

Casi no hay quien te reconozca al verte así, tan humano.
Nos habíamos hecho una idea de ti, y vienes, Señor, rompiendo todo lo previsto.
      Danos fe para creer en ti, y reconocerte así, como vienes.
Fortalece nuestra esperanza para confiar en ti, en la sencillez en la que vienes. Enséñanos a amar como amas tú, que siendo fuerte te hiciste débil para ser nuestra fortaleza en todo momento.
Por eso, a quien busca y no encuentra, ven Señor Jesús.
A quien sufre en silencio, ven Señor Jesús. A quien te espera, ven Señor Jesús. A quien no te espera, ven Señor Jesús.
 A nuestras familias, Ven Señor Jesús. A nuestra ciudad, ven Señor Jesús. A quien sueña en un mundo en paz, ven Señor Jesús. A quien lucha por algo noble, ven Señor Jesús. A quien está equivocado, ven Señor Jesús. A los pesebres de nuestro mundo, ven Señor Jesús. A…., ¡¡ Ven Señor Jesús !!
 
(http://www.ciudadredonda.org/)



LA MANO DE DIOS ESTÁ SOBRE NOSOTROS

23 DE DICIEMBRE





     Por aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella.
     A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles: “No. Su nombre será Juan”. Ellos le decían: “Pero si ninguno de tus parientes se llama así ”.
Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamara el niño.
     El pidió una tablilla y escribió: “Juan es su nombre”.
     Todos se quedaron extrañados.
     En ese momento a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a bendecir a Dios.
     Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de ello se preguntaban impresionados: “¿Qué va a ser de este niño?” Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios estaba con él.

     Propósito del día: llegar al convencimiento de que la mano de Dios está con nosotros, que no nos va a dejar nunca porque le hemos costado mucho - la sangre de su Hijo - y lo que que más cuesta, en más se aprecia.




“¿Qué va a ser este niño?” Un gran mensajero, el mensajero. Todos estamos llamados con nuestra vida a ser “Juanes Bautistas”, es decir a hacer como hacía él: señalar quién es el Cordero de Dios. “Este es el Cordero de Dios”. Nuestras vidas están llamadas, nuestra vocación cristiana consiste en, seas laico casado, soltero,  religioso/a, sacerdote…, señalar con el dedo dónde está Jesús, dónde se le puede encontrar, dónde  quiere  nacer de nuevo entre nosotros. Estamos llamados a ser mensajeros entre nuestros hermanos, con humildad y sencillez, pero a la vez con valentía y capacidad profética, denunciando toda forma de denigración e injusticia.      Para ello, como señalaba antes, debemos tener ojos para ver a los mensajeros que Dios me ha enviado, así yo también podré ser mensajero para otros, podré ser un Juan el Bautista que ayude a otros a encontrar al Señor, al Cordero de Dios.
                                                                                        (http://www.ciudadredonda.org/)





 


    

jueves, 22 de diciembre de 2011

ANTÍFONA 23 DE DICIEMBRE: O ENMANUEL

                                             ANTÍFONA 23 DE DICIEMBRE: O ENMANUEL



O EMMANUEL, rex et legifer noster, expectatio gentium et salvator earum: veni ad salvandum nos, Dominus Deus noster.



 Oh Emmanuel nuestro rey y legislador, esperanza y salvación de los pueblos : ven a salvarnos, oh Señor Dios nuestro .




     Hoy es terminan las antífonas mayores de adviento.
    

     Leídas en sentido inverso las iniciales latinas de la primera palabra después de la «O», dan el acróstico «ero cras», que significa «seré mañana, vendré mañana», que es como la respuesta del Mesías a la súplica de sus fieles.



miércoles, 21 de diciembre de 2011

MAGNÍFICAT






Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.



     Propósito del día: ser agradecidos con Dios por todo lo que nos da y por  lo que no nos da.

EL MAGNÍFICAT SEGÚN BENEDICTO XXVI

Es un canto que revela la espiritualidad de los «anawim» bíblicos, es decir, de aquellos fieles que se reconocían «pobres» no sólo por el desapego a toda idolatría de la riqueza y del poder, sino también por la humildad profunda del corazón, desnudo de la tentación del orgullo, abierto a la gracia divina salvadora. Todo el «Magnificat», que acabamos de escuchar interpretado por el Coro de la Capilla Sixtina, se caracteriza por esta «humildad», en griego «tapeinosis», que indica una situación de concreta humildad y pobreza. 



 

 El primer movimiento del cántico mariano (Cf. Lucas 1, 46-50) es como una especie de solista que eleva su voz al cielo hasta llegar al Señor. Cabe destacar, de hecho, cómo resuena constantemente la utilización de la primera persona: «mi alma…, mi espíritu…, mi Salvador…, me felicitarán…, ha hecho obras grandes por mí…». El alma de la oración es, por tanto, la celebración de la gracia divina que ha entrado en el corazón y en la existencia de María, haciendo de ella la Madre del Señor. Escuchamos precisamente la voz de la Virgen hablando así de su Salvador, que ha hecho cosas grandes en su alma y en su cuerpo.






La íntima estructura de su canto de oración es la alabanza, la acción de gracias, la alegría agradecida. Pero este testimonio personal no es solitario e intimista, meramente individualista, pues la Virgen Madre es consciente de que tiene una misión que cumplir por la humanidad y de que su vida se enmarca en la historia de la salvación. De este modo, puede decir: «su misericordia llega a sus fieles de generación en generación» (versículo 50). Con esta alabanza al Señor, la virgen da voz a todas las criaturas redimidas tras su «Fiat», que en la figura de Jesús, nacido de la Virgen, encuentran la misericordia de Dios.
En este momento se desarrolla el segundo movimiento poético y espiritual del «Magnificat» (Cf. versículos 51-55). Tiene un tono de coro, como si a la voz de María se le asociara la de toda la comunidad de los fieles, que celebran las sorprendentes decisiones de Dios. En el original griego del Evangelio de Lucas nos encontramos con siete verbos en aoristo, que indican otras tantas acciones que realiza el Señor de manera permanente en la historia: «hace proezas…, dispersa a los soberbios…, derriba del trono a los poderosos…, enaltece a los humildes…, a los hambrientos los colma de bienes…, a los ricos los despide…, auxilia a Israel».




En estas siete obras divinas queda patente el «estilo» en el que el Señor de la historia inspira su comportamiento: se pone de parte de los últimos. Con frecuencia, su proyecto queda escondido bajo el terreno opaco de las vicisitudes humanas, en las que triunfan «los soberbios», «los poderosos» y «los ricos». Sin embargo, al final, su fuerza secreta está destinada a manifestarse para mostrar quiénes son los verdaderos predilectos de Dios: los «fieles» a su Palabra, «los humildes», «los hambrientos», «Israel, su siervo», es decir, la comunidad del pueblo de Dios que, como María, está constituida por quienes son «pobres», puros y sencillos de corazón. Es ese «pequeño rebaño» al que Jesús invita a no tener miedo, pues el Padre ha querido darle su reino (Cf. Lucas 12, 32). De este modo, este canto nos invita a asociarnos a este pequeño rebaño, a ser realmente miembros del Pueblo de Dios en la pureza y en la sencillez del corazón, en el amor de Dios.

Acojamos, pues, la invitación que en su comentario al «Magnificat» nos dirige san Ambrosio. El gran doctor de la Iglesia exhorta: «Que en cada quien el alma de María ensalce al Señor, que en cada quien el espíritu de María exulte al Señor; si, según la carne, Cristo tiene una sola madre, según la fe todas las almas engendran a Cristo; cada una, de hecho, acoge en sí al Verbo de Dios… El alma de María ensalza al Señor y su espíritu exulta en Dios, pues, consagrada con el alma y con el espíritu al Padre y al Hijo, adora con devoto afecto a un solo Dios, del que todo procede, y a un solo Señor, en virtud de quien todas las cosas existen» («Comentario al Evangelio según san Lucas» --«Esposizione del Vangelo secondo Luca»--, 2,26-27: SAEMO, XI, Milano-Roma 1978, p. 169).


En este maravilloso comentario del «Magnificat» de san Ambrosio siempre me impresiona esta palabra sorprendente: «Si, según la carne, Cristo tiene una sola madre, según la fe todas las almas engendran a Cristo; cada una, de hecho, acoge en sí al Verbo de Dios». De este modo, el santo doctor, interpretando las palabras de la misma Virgen, nos invita a ofrecer al Señor una morada en nuestra alma y nuestra vida. No sólo tenemos que llevarle en el corazón, sino que tenemos que llevarle al mundo, para que también nosotros podamos engendrar a Cristo para nuestros tiempos. Pidamos al Señor que nos ayude a ensalzarlo con el espíritu y el alma de María y a llevar de nuevo a Cristo a nuestro mundo.

ANTÍFONA 22 DE DICIEMBRE: O REX


                                                     

O REX gentium et desideratus earum, lapis angularis qui facis utraque unum: veni et salva hominem quel de limo formasti.

 Oh Rey de los gentiles , esperado por todas las naciones, piedra angular  que reúnes en uno a judíos y paganos : ven y salva al hombre que has creado usando el polvo de la tierra .


martes, 20 de diciembre de 2011

FELIZ PORQUE HAS CREÍDO





Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre.
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»


     Propósito del día: agradezcamos a Dios el don de la fe que nos ha sido dada y  pongámosla en práctica sirviendo a los demás como lo hizo María.


En el relato de la Visitación, san Lucas muestra cómo la gracia de la Encarnación, después de haber inundado a María, lleva salvación y alegría a la casa de Isabel. El Salvador de los hombres, oculto en el seno de su Madre, derrama el Espíritu Santo, manifestándose ya desde el comienzo de su venida al mundo.
El evangelista, describiendo la salida de María hacia Judea, usa el verbo anístemi, que significa levantarse, ponerse en movimiento. Considerando que este verbo se usa en los evangelios para indicar la resurrección de Jesús (cf. Mc 8,31; 9,9.31; Lc 24,7.46) o acciones materiales que comportan un impulso espiritual (cf. Lc 5,27-28; 15,18.20), podemos suponer que Lucas, con esta expresión, quiere subrayar el impulso vigoroso que lleva a María, bajo la inspiración del Espíritu Santo, a dar al mundo el Salvador.
2. El texto evangélico refiere, además, que María realiza el viaje «con prontitud» (Lc 1,39). También la expresión «a la región montañosa» (Lc 1,39), en el contexto lucano, es mucho más que una simple indicación topográfica, pues permite pensar en el mensajero de la buena nueva descrito en el libro de Isaías: «¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación, que dice a Sión: "Ya reina tu Dios"!» (Is 52,7).
Así como manifiesta san Pablo, que reconoce el cumplimiento de este texto profético en la predicación del Evangelio (cf. Rom 10,15), así también san Lucas parece invitar a ver en María a la primera evangelista, que difunde la buena nueva, comenzando los viajes misioneros del Hijo divino.
La dirección del viaje de la Virgen santísima es particularmente significativa: será de Galilea a Judea, como el camino misionero de Jesús (cf. Lc 9,51).
En efecto, con su visita a Isabel, María realiza el preludio de la misión de Jesús y, colaborando ya desde el comienzo de su maternidad en la obra redentora del Hijo, se transforma en el modelo de quienes en la Iglesia se ponen en camino para llevar la luz y la alegría de Cristo a los hombres de todos los lugares y de todos los tiempos.
3. El encuentro con Isabel presenta rasgos de un gozoso acontecimiento salvífico, que supera el sentimiento espontáneo de la simpatía familiar. Mientras la turbación por la incredulidad parece reflejarse en el mutismo de Zacarías, María irrumpe con la alegría de su fe pronta y disponible: «Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel» (Lc 1,40).
San Lucas refiere que «cuando oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno» (Lc 1,41).
El saludo de María suscita en el hijo de Isabel un salto de gozo: la entrada de Jesús en la casa de Isabel, gracias a su Madre, transmite al profeta que nacerá la alegría que el Antiguo Testamento anuncia como signo de la presencia del Mesías.
Ante el saludo de María, también Isabel sintió la alegría mesiánica y «quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno"» (Lc 1,41-42).
En virtud de una iluminación superior, comprende la grandeza de María que, más que Yael y Judit, quienes la prefiguraron en el Antiguo Testamento, es bendita entre las mujeres por el fruto de su seno, Jesús, el Mesías.
4. La exclamación de Isabel «con gran voz» manifiesta un verdadero entusiasmo religioso, que la plegaria del Avemaría sigue haciendo resonar en los labios de los creyentes, como cántico de alabanza de la Iglesia por las maravillas que hizo el Poderoso en la Madre de su Hijo.
Isabel, proclamándola «bendita entre las mujeres», indica la razón de la bienaventuranza de María en su fe: «¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» (Lc 1,45). La grandeza y la alegría de María tienen origen en el hecho de que ella es la que cree.
Ante la excelencia de María, Isabel comprende también qué honor constituye para ella su visita: «¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?» (Lc 1,43). Con la expresión «mi Señor», Isabel reconoce la dignidad real, más aún, mesiánica, del Hijo de María. En efecto, en el Antiguo Testamento esta expresión se usaba para dirigirse al rey (cf. 1 R 1, 13, 20, 21, etc.) y hablar del rey-mesías (Sal 110,1). El ángel había dicho de Jesús: «El Señor Dios le dará el trono de David, su padre» (Lc 1,32). Isabel, «llena de Espíritu Santo», tiene la misma intuición. Más tarde, la glorificación pascual de Cristo revelará en qué sentido hay que entender este título, es decir, en un sentido trascendente (cf. Jn 20,28; Hch 2,34-36).
Isabel, con su exclamación llena de admiración, nos invita a apreciar todo lo que la presencia de la Virgen trae como don a la vida de cada creyente.
En la Visitación, la Virgen lleva a la madre del Bautista el Cristo, que derrama el Espíritu Santo. Las mismas palabras de Isabel expresan bien este papel de mediadora: «Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno» (Lc 1,44). La intervención de María, junto con el don del Espíritu Santo, produce como un preludio de Pentecostés, confirmando una cooperación que, habiendo empezado con la Encarnación, está destinada a manifestarse en toda la obra de la salvación divina.
(Beato Juan Pablo II)