viernes, 6 de enero de 2012

ADORACIÓN DE LOS REYES Y SAGRARIOS ABANDONADOS


ADORACIÓN


(Murillo)



     "Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron."


     En el día de hoy celebramos la Epifanía: "Jesús se da a conocer". A lo largo de su vida, Él se dio a conocer a diferentes personas y en diferentes momentos,  siendo el primero de ellos que conocemos el de la fiesta que se conmemora hoy. Del éste evangelio  me llama especialmente la atención la frase que inicia el post: 

"Y cayendo de rodillas, lo adoraron"

     Esos personajes venidos de Oriente , recibieron la gracia de reconocer en un pequeño niño la dignidad y la verdadera dimensión de Dios y no tuvieron reparo alguno en caer de rodillas ante Él, en un gesto , no de humillación, sino de toma de conciencia de la grandeza y majestad de todo un Dios hecho hombre.

    Según relata el evangelio,  los Reyes Magos viajaron desde muy lejos para cumplir su propósito. Nosotros, sin embargo, por el inconmensurable amor que Dios nos tiene,  podemos hacer como aquellos cada vez que lo deseemos. Jesús nos espera siempre, en todos los sagrarios de nuestras iglesias, donde podemos adorarlo tal y como hicieron hace más de dos mil años los magos de Oriente.
     
     Parece que a los católicos se nos olvida que   Jesucristo está en la Eucaristía verdadera, real y sustancialmente presente, todo entero, vivo y glorioso, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad, bajo cada una de especies y bajo cualquier parte de ellas. Y nosotros, las más de las veces, pasamos ante el templo sin ni siquiera pararnos un momento a rendir el tributo que el mismo merece. ¿Cuántas horas al día, a la semana , al mes, al año, dedicamos a adorar a Dios presente en el Santísimo Sacramento? Desde luego, muchas menos que las que dedicamos, no  a cubrir nuestras necesidades más elementales, sino nuestras meras actividades de ocio.

     La beata Teresa de Calcuta, una enamorada de Jesús Sacramentado, manifestaba:

     "Jesús se hizo para los humanos el Pan de Vida con el fin de comunicamos vida. De noche y de día, Él está allí. Si quieres que el amor crezca en ti, regresa a la Eucaristía, regresa a esa Adoración."

     "Nuestra vida tiene que desarrollarse en tomo a la Sagrada Eucaristía. ... fijen los ojos en Aquél que es la luz; acérquense de corazón a Su Divino Corazón; pídanle que les conceda gracia para conocerlo, amor para amarlo, valentía para servirlo. Búsquenlo con todas sus fuerzas."




     "Por intermedio de María, la causa de nuestra alegría, ustedes descubrirán que nadie en la tierra les recibirá con mayor alegría, nadie en la tierra los amará más que Jesús, que vive y que está verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento. ... Él está ciertamente allí, en Persona, esperándolos."

     "No podemos separar nuestra vida de la Eucaristía, porque si llegamos a hacerlo, en ese mismo momento algo se rompe. La gente pregunta, '¿De dónde sacan las hermanas la alegría y las fuerzas para hacer lo que hacen?' La Eucaristía no implica sólo el hecho de recibir, sino también el hecho de saciar el hambre de Cristo. Él nos dice, 'Vengan a mí', porque Él tiene hambre de almas."

   El "Apóstol de los Sagrarios abandonados", beato Manuel González García, Obispo de Málaga y de Palencia, escribió las siguientes palabras para su epitafio:

     «Pido ser enterrado junto a un Sagrario, para que mis huesos, después de muerto, como mi lengua y mi pluma en vida, estén siempre diciendo a los que pasen: ¡Ahí está Jesús! ¡Ahí está! ¡No lo dejéis abandonado!». 


     Su deseo se cumplió, y fallecido en 1.940 en Palencia, fue enterrado en la capilla del sagrario de esa ciudad , pudiéndose leer en su tumba las palabras que describían su anhelo.











     


     

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