domingo, 19 de febrero de 2012

DEL MALIGNO ENEMIGO, DEFIÉNDEME







REZO MEDITADO DEL "ALMA DE CRISTO"
por Mons. Antonio Montero Moreno

IX





Del maligno enemigo defiéndeme
Es que, Señor, vivimos en zozobra. Recibimos y
paladeamos Tus dádivas exquisitas, al tiempo que
ejercen sobre nosotros una presión constante y
abrumadora el mundo, el demonio y la carne. Son
las fuerzas del mal, el misterio de iniquidad, o el
aguijón del pecado que se clavaba en las carnes de
San Pablo. Las cosas son así y nosotros, según
confesaba el mismo apóstol, "no estamos
guerreando únicamente contra la sangre y la carne,
sino contra los principados, potestades y
dominaciones de este mundo tenebroso, contra los
espíritus malos de los aires".



Conozco, ¿cómo no?, la sonrisa de superioridad de
algunos ante esas supuestas mitologías, una actitud
que a todos nos tienta un poco. Pero, ¿quién que
esté empeñado cada día en el combate cristiano no
experimenta, de sobra, todo eso y mucho más? Tú,
Señor, derrotaste al maligno en el desierto de Judá.

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