domingo, 18 de marzo de 2012

FE Y SEMANA SANTA



      Me manda mi amigo Papili unas reflexiones sobre Semana Santa y Fe  que comparto totalmente, por lo que también deseo compartirlas con los demás. 




     El primer domingo de Cuaresma se celebró en mi pueblo, Alcantarilla, el Día del Nazareno organizado por la Junta de Hermandades Pasionarias y el Ayuntamiento, en donde, con acompañamiento de banda de música, se tributó el homenaje al Nazareno con la colocación de una corona de laurel en el monumento de manos del alcalde y el presidente de la Junta de Hermandades Pasionarias. Después, en el Centro Cultural “Infanta Elena” se realizó la presentación del Cartel oficial, y la revista “Semana Santa 2012”.
     Y es que así, para muchos que nos llamamos cristianos, este tiempo de Cuaresma es el tiempo de los Vía-Crucis, del trasiego de imágenes de un sitio a otro, de juntas de cofradías y hermandades, incluso de elecciones de cargos, de nombramientos… ¿Y todo eso tiene algo que ver conmigo, con mi familia, con mi trabajo, con mi dinero, en definitiva todo eso tiene algo que ver con mis convicciones profundas, con mi fe?
   La Semana Santa que estos días anuncian los carteles es una semana de representaciones, es decir, algo que pertenece al género teatral, y se da en medio de una celebración popular. Aunque una representación tenga un tema religioso, como en este caso, nunca es un acto de culto. Incluso puede estar, y lo está con frecuencia, en contradicción con los verdaderos sentimientos religiosos. Una reflexión: se anuncia la Semana Santa de Málaga, de Sevilla, de Murcia, de Alcantarilla… como algo que mueve a mucha gente a viajar competitivamente a tales sitios. Se dice: “…de interés turístico regional, nacional, o internacional…” Ante este hecho, nos hacemos una pregunta inevitable: ¿Quiénes la anuncian? Sobre todo las entidades promotoras del turismo, los ayuntamientos, las entidades bancarias, las firmas comerciales, incluso con más interés que las mismas cofradías, que ya es decir.
     ¿Son éstos grupos tan cristianos que tienen un verdadero interés por lo que la Pasión de Cristo significa? Tenemos que responder que no, claro está. ¿De dónde les viene entonces el interés? Pues del negocio que para todos estos grupos significa.
     ¿Y quién da colorido a las procesiones de muchas ciudades? Unos factores totalmente ajenos al espíritu de Jesús: los grupos militares en el desfile, la riqueza “vergonzosa” de los tronos, la presencia de autoridades civiles y militares, los artistas que se lucirán con una buena saeta… Es decir, el poder, la fuerza, el dinero, la fama, la manifestación, por tanto de todo lo que está en otra onda distinta al Evangelio, encarnación muchas veces de cuanto condenó a Jesús.


Virgen de la Esperanza, Málaga







     Hace un par de años escuché pronunciar por televisión un Pregón de Semana Santa al Cardenal, arzobispo emérito de Sevilla, D. Carlos Amigo. En esa ocasión presidía una Eucaristía para los miembros de las cofradías de Semana Santa. Hizo una homilía de gran peso teológico y pastoral, y a mí se me quedó grabada una frase que recuerdo con insistencia: “Mucha gente dice: “yo soy creyente y no practicante”; eso es una tontería, no se puede creer en serio y no practicar lo que se cree. Pero hay algo peor que ser “creyente y no practicante”: ser “practicante y no creyente”, y eso se da con frecuencia en las cofradías”. Desde entonces lo he recordado muchas veces, quizás porque yo me considero “practicante”, asisto a las eucaristías y participo en muchos otros actos de la “práctica” cristiana. ¿Será posible que yo también haya caído en la trampa de la práctica sin fe? ¿Creo en lo que practico? ¿O, soy como los escribas y fariseos a los que Jesús criticaba?


Antonio Banderas, agnóstico declarado, disponiéndose a sacar  un trono en  Semana  Santa

     Por otra parte, en todos los lugares y, en concreto en Alcantarilla, en las conversaciones sobre la Semana Santa, lo que aparece en primerísimo plano y casi en exclusiva, son las procesiones. También, no hace mucho tiempo, escuché una frase que me dejó pensativo, algo así como: “¡Música y a la calle! Ya tenemos procesiones, ya tenemos Semana Santa.” ¿Ya tenemos procesiones, ya tenemos Semana Santa? ¿Son sinónimos procesiones y Semana Santa? Confieso que me rebelé contra la idea. En aquel momento estaban muy recientes las noticias sobre los atentados musulmanes contra las iglesias cristianas en Egipto, en Nigeria…, lo que me llevó a pensar cómo sería la Semana Santa de los cristianos perseguidos. También recuerdo a los cristianos de Tierra Santa. Ellos no pueden tener procesiones, ¿no tienen, por eso, Semana Santa? ¿Si en Alcantarilla no hay procesiones, no hay Semana Santa?


El Cautivo, Málaga





     Así que pienso que tendríamos que reflexionar mucho sobre las procesiones y la fe, mejor dicho, tendría que llamar mucho la atención a mí mismo sobre las procesiones y la falta de fe.
El 11 de Octubre del año pasado, el Papa Benedicto XVI anunció la celebración en toda la Iglesia de un “Año de la Fe”, que debería comenzar el día 11 de Octubre de este año, al cumplirse el quincuagésimo aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y que debería terminar el 24 de Noviembre de 2013. Quizás entonces, para la Cuaresma de 2013, sea el momento de reflexionar seriamente sobre la Fe de las Cofradías y Hermandades.

(Papili)

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