miércoles, 22 de agosto de 2012

SÓLO DIOS: SAN RAFAEL ARNÁIZ





LA PIRULETA DE LOS NABOS

12 de diciembre de 1936 - Sábado -
Mi cuaderno - San Isidro 




    Las tres de la tarde de un día lluvioso del mes de diciembre. Es la hora del trabajo, y como es sábado y hace mucho frío, no se sale al campo. Vamos a trabajar a un almacén donde se limpian las lentejas, se pelan patatas, se trituran las berzas, etc... le llamamos el “laboratorio”[1].
     En él hay una mesa larga, y unos bancos, una ventana y encima un crucifijo.
     El día está triste. Unas nubes muy feas, un viento “si es no es” fuerte, algunas gotas de agua que caen como de mala gana y que lamen los cristales y, dominándolo todo, un frío digno del país y de la época.
 
     Lo cierto es que, aparte del frío, que lo noto en mis helados pies y refrigeradas manos, todo esto se puede decir que casi me lo imagino, pues apenas he mirado a la ventana. La tarde que hoy padezco es turbia y turbio me parece todo. Algo me abruma el silencio, y parece que unos diablillos, están empeñados en hacerme rabiar, con una cosa que yo llamo recuerdos... paciencia y esperar.
 
     En mis manos han puesto una navaja y delante de mí un cesto con una especie de zanahorias blancas muy grandes y que resultan ser nabos. Yo nunca los había visto al natural, tan grandes... y tan fríos... ¡qué le vamos a hacer!, no hay más remedio que pelarlos.
 
     El tiempo pasa lento y mi navaja también, entre la corteza y la carne de los nabos que estoy lindamente dejando pelados.
 
     Los diablillos me siguen dando guerra. ¡¡Qué haya yo dejado mi casa para venir aquí con este frío a mondar estos bichos tan feos!! Verdaderamente es algo ridículo esto de pelar nabos con esa seriedad de magistrado de luto.
 
     Un demonio pequeñito, y muy sutil, se me escurre muy adentro y de suaves maneras me recuerda mi casa, mis padres y hermanos, mi libertad, que he dejado para ence­rrarme aquí entre lentejas, patatas, berzas y nabos.
 
   El día está triste... no miro a la ventana, pero lo adivino. Mis manos están coloradas, coloradas como los diablillos; mis pies ateridos... ¿y el alma? Señor, quizá el alma su­friendo un poquillo... más no importa,... refugiémonos en el silencio.
 
     Transcurría el tiempo, con mis pensamientos, los nabos y el frío, cuando de repente y veloz como el viento, una luz potente penetra en mi alma... una luz divina, cosa de un momento... alguien que me dice que ¡qué estoy haciendo! ¿Que qué estoy haciendo? ¡Virgen Santa!... ¡qué pregunta! Pelar nabos..., ¡pelar nabos!... ¿para qué?... y el corazón dando un brinco contesta medio alocado: pelo nabos por amor..., por amor a Jesucristo.
 
     Ya, nada puedo decir que claramente se puede entender, pero sí diré que allá adentro, muy adentro del alma, una paz muy grande, vino en lugar de la turbación que antes tenía; sólo sé decir que el sólo pensar que en el mundo se pueden hacer de las más pequeñas acciones de la vida, actos de amor de Dios..., que el cerrar o abrir un ojo hecho en su nombre nos puede hacer ganar el cielo... que el pelar unos nabos por verdadero amor a Dios, le puede a El dar tanta gloria y a nosotros tantos méritos, como la conquista de las Indias. El pensar que por sólo su misericordia tengo la enorme suerte de padecer algo por El..., es algo que llena de tal modo el alma de alegría, que si en aquellos momentos me hubiera dejado llevar de mis impulsos inte­riores, hubiera comenzado a tirar nabos a diestro y sinies­tro, tratando de hacer comunicar a las pobres raíces de la tierra, la alegría del corazón... hubiera hecho verdaderas filigranas malabares con los nabos, la navaja y el mandil.
 
     Me reía a "moco tendido" (quizá por el frío) de los diablillos rojos, que asustados de mi cambio, se escondían entre los sacos de garbanzos y en un cesto de repollos que allí había. 
    ¿De qué me puedo quejar? ¿Por qué entristecerse de lo que es sólo motivo de alegría? ¿A qué más puede aspirar un alma, que a sufrir un poco por un Dios crucifica­do?
 
    Nada somos y nada valemos; tan pronto nos ahogamos en la tentación como volamos consolados al más pequeño toque del amor divino.
 
    Cuando comenzó el trabajo, nubes de tristeza cubrían el cielo. El alma sufría de verse en la cruz; todo la pesaba: la Regla..., el trabajo, el silencio, la falta de luz de un día tan triste, tan gris y tan frío. El viento, soplando entre los cristales, la lluvia y el barro..., la falta de sol. El mundo tan lejos..., tan lejos..., y yo mientras tanto, pelando mis nabos sin pensar en Dios.
 
     Pero todo pasa, incluso la tentación... ha pasado el tiempo, ya llegó el descanso, ya se hizo la luz, ya no me importa si el día está frío, si hay nubes, si hay viento, si hay sol. Lo que me interesa es pelar mis nabos, tranquilo, feliz y contento, mirando a la Virgen, bendiciendo a Dios.
 
     Qué importa el pesar de un momento, el sufrir un instante... lo que sé decir es que no hay dolor que no tenga compensación en ésta o en la otra vida, y que en realidad para ganar el cielo se nos pide muy poco. Aquí en una Trapa, quizá sea más fácil que en el mundo, pero no es por el género de vida éste o aquél, pues en el mundo se tienen los mismos medios de ofrecer algo a Dios. Lo que pasa es que el mundo distrae y se desperdicia mucho. El hombre es el mismo aquí que allí; su capacidad para sufrir y para amar es la misma; adonde quiera que vaya llevará cruz[2].
 
     Sepamos aprovechar el tiempo... sepamos amar esa bendita cruz que el Señor pone en nuestro camino, sea cual sea, fuere como fuere.
 
     Aprovechemos esas cosas pequeñas de la vida diaria, de la vida vulgar... no hace falta para ser grandes santos grandes cosas, basta el hacer grandes las cosas pequeñas.
 
     En el mundo se desaprovecha mucho, pero es que el mundo distrae... tanto vale en el mundo el amar a Dios en el hablar, como en la Trapa en el silencio; la cuestión es hacer algo por El..., acordarse de El... el sitio, el lugar, la ocupación, es indiferente.
 
     Dios me puede hacer tan santo pelando patatas que gobernando un imperio.
 
     Qué pena que el mundo esté tan distraído..., por­que he visto que los hombres no son malos..., y que todos sufren, pero no saben sufrir...
 
     Si por encima de la frivolidad, si por encima de esa capa de falsa alegría con que el mundo oculta sus lágrimas, si por encima de la ignorancia de lo que es Dios, elevaran un poco los ojos a lo alto..., seguramente les ocurriría lo que al fraile de los nabos..., muchas lágrimas se enjugarían, mu­chas penas se endulzarían y muchas cruces se amarían para poder ofrecerlas a Cristo.
 
     Cuando terminó el trabajo, y en la oración me puse a los pies de Jesús muerto..., allí a sus plantas deposi­té un cesto de nabos peladitos y limpios... No tenía otra cosa que ofrecerle, pero a Dios le basta cualquier cosa ofrecida con el corazón entero, sean nabos, sean Imperios.
 
     La próxima vez que vuelva a pelar raíces, sean las que sean, aunque estén frías y heladas, le pido a María no permita se me acerquen diablillos rojos a hacerme rabiar. En cambio, la pido me envíe a los ángeles del cielo, para que yo pelando y ellos, llevando en sus manos el producto de mi trabajo, vayan poniendo a los pies de la Virgen María rojas zanahorias; a los pies de Jesús, blancos nabos, y patatas y cebollas, coles y lechugas...
 
     En fin, si vivo muchos años en la Trapa voy a hacer del cielo una especie de mercado de hortalizas, y cuando el Señor me llame y me diga basta de pelar..., suelta la navaja y el mandil y ven a gozar de lo que has hecho..., cuando me vea en el cielo entre Dios y los Santos, y tanta legumbre..., Señor Jesús mío, no podré por menos de echarme a reír.
 
Hno. Rafael Arnaiz Barón, tomado de su “Obras completas”, Mi cuaderno - San Isidro, 12 de diciembre de 1936, Sábado, 25 años. 

[1] Laboratorio: “Estará en cuanto sea posible, al lado de la cocina; en él se preparan las legumbres para las comidas. Habrá mucha limpieza y se observará silencio, no hablando más que lo tocante al trabajo. Los hospederos no introducirán seglar alguno, mientras estén los religiosos”. (Libro de USOS, cap. VIII, n.° 304).
[2] “Imitación de Cristo”, Libro II, cap. 12.

martes, 21 de agosto de 2012

CARMELITAS DESCALZAS DE ÉCIJA: POR AMOR





                                             Si el amor que me tenéis,
                                               Dios mío, es como el que os tengo,
                                                  Decidme: ¿en qué me detengo?
                                                   O Vos, ¿en qué os detenéis?

                                                     Alma, ¿qué quieres de mí?
                                                   Dios mío, no más que verte.
                                                      Y ¿qué temes más de ti?
                                                  Lo que más temo es perderte.

                                                  Un alma en Dios escondida
                                                   ¿qué tiene que desear,
                                                     sino amar y más amar,
                                                  y en amor toda escondida
                                                  tornarte de nuevo a amar?

                                                 Un amor que ocupe os pido,
                                                  Dios mío, mi alma os tenga,
                                                   para hacer un dulce nido
                                                   adonde más la convenga.


Santa Teresa de Jesús

lunes, 20 de agosto de 2012

RELIGIOSAS CON SÍNDROME DE DOWN





      Creo haber comentado en otros escritos mi disgusto  al constatar que desde hace varios años son cada vez menos los niños  con síndrome de Down que se ven por nuestras calles. Para ser exactos, la última vez que me encontré con uno fue en la iglesia. Iba yo en fila para comulgar cuando me tocaron en la espalda: me volví pesando  que sería algún conocido y me topé con la maravillosa sonrisa de un chaval de unos doce años con trisomía 21, que como yo, se acercaba también a recibir a Jesús y que me saludaba alegremente. Fue una sorpresa que agradecí especialmente al Señor en esa comunión. 
     No termino de asumir  que se pueda condenar a alguien a la pena cuatro meses a dos años de prisión o multa de ocho a veinticuatro meses por cazar un avetorrillo común o un porrón moñudo y el exterminio sistemático de parte de la humanidad no sólo quede impune, sino que se promueva y se costee  a expensas de los que además de amar a los avetorrillos amamos a los seres humanos. Por eso, cuando he descubierto que una hay una  orden religiosa femenina que admite mujeres con síndrome de Down me he alegrado enormemente.
     La orden en cuestión es la de las Hermanitas Siervas del Cordero,una Asociación Pública de Fieles, fundada en 1985 en Francia. Su vocación es eminentementecontemplativa, basada en la Regla de San Benito y en el camino de la Infancia Espiritual de Santa Teresa del Niño Jesús, y ofrece a las jóvenes con síndrome de Down  la posibilidad de realizar su vocación religiosa, sostenidas por otras Hermanas  de comunidad que no tienen la trisomía 21.La comunidad está asistida en materia sacramental por el Monasterio Benedictino de Fontgombault, esto es, conforme a la Forma Extraordinaria del Rito Romano. El Instituto está compuesto de diez Hermanas."
     La hermana Line, responsable de la comunidad, afirma que “en el ámbito espiritual, los términos de ‘validez’ y de ‘discapacidad’ deben relativizarse” pues “la discapacidad más grave ¿acaso no es la producida por el pecado, que obstaculiza la vida de Dios en el alma?”, se pregunta.
  Para la hermana Line, “una persona que acoge plenamente la gracia se construye y se abre también humanamente”.
    En su vida cotidiana, estas religiosas participan en la Misa, rezan y realizan trabajos de costura, bordados, repostería, entre otros. 



     En estos años, la comunidad ha recibido el apoyo de pastores y numerosas personas, entre ellas Birthe Lejeune, la viuda de Jerome Lejeune, el descubridor del Síndrome de Down.
     Según recuerda Birthe, que se convirtió en benefactora de las hermanitas, Lejeune pensaba “que la vocación religiosa es una llamada que podría ser para todos, incluyendo a las personas que sufren de retraso mental” y  sostenía que “este camino de encuentro íntimo con Dios, y por lo tanto el desarrollo personal está a disposición de las mujeres jóvenes con síndrome de Down, como muestran con mucha felicidad en esta comunidad”.
     La comunidad fue reconocida en 1990 por el entonces Arzobispo de Tours, Mons. Jean Honoré, como una asociación pública de fieles laicos, un estatus confirmado en 1995 por el entonces Obispo de Bourges, Mons. Pierre Plateau.
    Con ocasión de sus 20 años de fundación, Mons. Plateau animó a las hermanitas a seguir respondiendo al llamado de Cristo y señaló que “porque las ama, Jesús las ha llamado, probablemente porque quiere que su pequeña comunidad muestre a un mundo que puede ser muy egoísta, la ternura de Dios para todos los que lo reconocen y cómo los pequeños son capaces de demostrar mucho amor y probablemente más que otros. Es su manera de proclamar la Buena Noticia”.


     En este vídeo, se muestra a una de las hermanas realizando sus labores cotidianas:
     

                             
    Sé que puede resultar  un tanto controvertida  la admisión de estas personas en una congregación religiosa , pero  me quedo con lo que dice San Juan en su epístola: Dios es amor  y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él y de lo que estoy convencida por experiencia es de la enorme capacidad de amar que tienen estas personas.
    Existe un excelente artículo publicado en Infocatólica por Bruno Moreno   que recoge esta noticia y enumera otras órdenes que también aceptan a personas con alguna discapacidad. Puede leerse   aquí,

domingo, 19 de agosto de 2012

PATRONO DE LOS ENFERMOS DE CÁNCER: SAN EZEQUIEL MORENO





San Ezequiel Moreno



     Curioseando por internet me he encontrado con San Ezequiel Moreno, cuya fiesta se celebra hoy , 19 de agosto.
      Como quiera que este santo es considerado el patrón de los enfermos de cáncer ( cosa que yo desconocía)  y  habiéndolo sufrido en mis carnes ( el cáncer, no el santo) me ha parecido oportuno hacer un resumen biográfico del mismo, habiéndome encontrado con detalles muy curiosos de su vida. Fue considerado en su tiempo "un obispo molesto" , título que se ganó por  defender la doctrina de la  Iglesia y por denunciar todo lo que la contradecía.
     San Ezequiel nació en Alfaro (La Rioja) en 1.848. A los dieciséis años, ingresó en el noviciado de los agustinos recoletos de Monteagudo desde donde,  siendo todavía estudiante, partió con una expedición de frailes a Filipinas, donde fue ordenado sacerdote en 1.871. Tras quince años en Filipinas y habiéndose destacado en su labor misionera, fue llamado a Monteagudo para desempeñar el cargo de rector del noviciado.
     En 1.889 , atendiendo a la petición de la provincia colombiana de los agustinos, que había venido a menos y contaba con pocos religiosos, se ofreció de voluntario para partir a ese país y reforzar la orden. Allí adquirió fama de buen predicador, dedicando muchas horas impartir el sacramento de la penitencia y a la dirección espiritual. Su actividad misionera era incansable, llegando a conseguir instaurar en 1.894 el Vicariato apostólico de Casanare, año en el que , tras pensarlo mucho, aceptó la consagración episcopal. En el año anterior, llegó a escribir al Comisario apostólico de su orden:  «Si quiere que lo sea [obispo], mándemelo por caridad y amor de Dios y dé a ese mandato toda la fuerza posible, para que me dé la mayor seguridad posible de que hago la voluntad de Dios» (3-3-1893). En1.996 fue nombrado Obispo de Pasto. 
    Su labor fue incansable y muy dificultosa, especialmente porque los liberales se enfrentaron a él por su defensa del Magisterio de la Iglesia  en todos los ámbitos. Su celo lo llevó a sufrir un auténtico linchamiento moral por parte de los detractores de la Iglesia, que no consiguieron sin embargo vencer su voluntad apostólica.
    En 1.905 le apareció una llaga en el paladar, que pese a los tratamientos no se le llegaba a curar.  Finalmente, fue convencido - una comisión formada por religiosos de distintas órdenes llegó a exigírselo- de regresar a Europa para recibir la atención médica adecuada. Fue operado en Madrid en dos ocasiones de lo que ya era un cáncer avanzado que no llegó a superar , falleciendo en Monteagudo el 19 de agosto de 1.906. 
     En la historia de la Iglesia en América no es fácil encontrar un obispo que haya resultado tan molesto para el mundo -para el mundo hostil al Reino, se entiende- y para ciertos hombres de Iglesia. También es cierto que pocos obispos han alegrado y confortado tanto con sus acciones a los católicos fieles. Los obispos actuales de Colombia, que tanto han procurado la canonización de fray Ezequiel, saben bien que la devoción al santo obispo de Pasto permanece viva en aquel pueblo cristiano, que no le olvida. En 1910 se abre el Proceso informativo en Tarazona, y años después en Manila, Pasto y Bogotá. En 1975 es beatificado por Pablo VI. Y el papa Juan Pablo II lo canoniza en Santo Domingo, el 11 de octubre de 1992, en el V Centenario de la evangelización de América.
     Destaca en San Ezequiel su profundo amor al Sagrado Corazón de Jesús, fomentando su devoción allá por donde iba y estando deseoso de compartir los dolores del Corazón de Cristo: «Yo quiero sufrir en tu compañía, con tu divina gracia. Yo me compadezco de tus agonías, y te las agradezco con toda mi alma y os amo, Jesús mío, os amo con todo mi corazón»... «Yo, Amado de mi alma, para imitaros, abrazo con el más tierno afecto los dolores, las enfermedades, la pobreza y las humillaciones, y las considero como hermosas partecitas de tu Cruz. Como vos, oh amor mío, quiero vivir pobre, ultrajado, menospreciado, adolorido, llagado de pies a cabeza, clavado con Vos en la Cruz. Y si os place, llegar en ella, como Vos, hasta el extremo de ser abandonado y privado de la sensible asistencia del Padre Celestial» .
     San Ezequiel Moreno, junto con San Peregrino, es considerado como el protector e intercesor de los enfermos de cáncer. Una semblanza más detallada de este santo se puede leer aquí.

ORACIÓN  POR UN ENFERMO


     Cristo, que por nosotros has abrazado la Cruz: danos la gracia de ver reflejado tu rostro en… (mencione el nombre del enfermo/a), que sufre la enfermedad (del cáncer, …). Dale paciencia en dolor y fortaleza en la fe. Que se sienta consolado por Ti y acompañado por su familia y amigos. Que san Ezequiel lo tome bajo su especial protección. Amén.

    Particularmente, a partir de ahora me encomendaré también a este santo. 


     

sábado, 18 de agosto de 2012

DE MADRES E HIJAS II





    
      Hace un par de días saltó la noticia de que habían encontrado a una recién nacida abandonada entre unos arbustos de una zona residencial de Estepona. La niña, presentaba daños cerebrales  y su estado  actual es muy grave. La madre de la criatura es una joven de origen ruso que había sido contratada como niñera por unos vecinos de la zona .
     Sucesos como éste me hacen pensar en que para ser madre/padre biológico no se pide ningún requisito. En cambio   para adoptar o  acoger un niño e incluso para hospedar en tu casa a un estudiante de intercambio , te exigen una serie de condiciones que muchas personas, pese a ser de comportamiento  irreprensible, no consiguen reunir. Pero para ser padres no es necesario nada, sólo las condiciones físicas adecuadas para tal menester.
     La verdad es que tener un hijo y acertar en su educación no es tarea fácil. Echo la vista atrás y  me doy cuenta en cuan desacertada he estado en  tantas y tantas  ocasiones; cuántas veces he callado cuando debía hablar y  al revés, cuántas veces he hablado cuando me debía haber mordido la lengua. Es difícil atinar con los hijos.
     Ya expliqué un poco en otro post  mi difícil relación con mi niña/mujer, la de exuberantes hormonas que arroja como dardos venenosos cuando se cruza conmigo. Nadie me enseñó a ser su madre, no tengo más título de madre  que su certificado de nacimiento y el cosquilleo de mis entrañas cuando la miro o sólo cuando pienso en ella. Estoy pasando la época de los "si hubiera": si hubiera hecho esto, si hubiera hecho lo otro... pero lo hecho, hecho está. Sin embargo,  siempre tendré la duda de si habré acertado, sobre todo, cuando me suelta sus sentencias - porque mi niña no habla, sentencia- que me desconciertan y que no sé si tomar como halagos o como reproches.
      Ya desde muy chica apuntaba maneras y por ejemplo, cuando le hacía cualquier  regalo    me espetaba ¿se te ha ocurrido a ti  que éso podría gustarme? . Y me  quedaba yo dilucidando si el regalo era bienvenido - y de ahí su asombro ante mi puntería al comprarlo lo que a su vez denotaría  mi conocimiento sobre sus complacencias - o por el contrario le desagradaba al punto de escupirme la frase y de paso hacerme notar que no tenía ni idea sobre sus gustos. O como hace poco, cuando se  quejaba de la actitud infantil de uno de sus amigos: después de argumentar que es que estaba muy mimado, que su madre todavía le preparaba sus comiditas preferidas y mil detalles más, me lanzó ¡No sabes cuánto te agradezco que nunca me haya hecho caso! Y se fue tan fresca dejándome a mi  con la cabeza como una hormigonera dando vueltas, intentando averiguar si tan mal lo había hecho  que en todos estos años ni se había dado cuenta de mis desvelos o si es que llevaba razón la chiquilla  y realmente nunca me había ocupado de ella o no lo había hecho lo suficiente.
     En definitiva, para ejercer la profesión de padres no se expiden títulos: sólo nos capacita mucho amor,  mucha paciencia y la plena confianza de que Dios y su Madre cuidarán de nuestros hijos mejor que nosotros,  porque también son suyos. 

viernes, 17 de agosto de 2012

DECÁLOGO DEL (BUEN) ABOGADO






     En el ejercicio de mi profesión, cada vez con más frecuencia, tengo que hacer un alto y replantearme el asunto que se me encomienda. Hay maneras y maneras de hacer las cosas  y la naturaleza humana tiende a simplificar y tirar  por el camino fácil. Lo malo es que el camino fácil, casi siempre termina  reñido con la ética.
     Confieso que en mis inicios mi objetivo era ganar: ganar pleitos y ganar dinero, aunque en mi el orgullo primaba sobre lo económico y siempre me decantaba  por el éxito profesional antes que por el financiero. Con el paso del tiempo  y sin dejar de lado   el afán por  conseguir lo que el cliente me encarga, me he vuelto más escrupulosa en el desempeño de mi trabajo: el fin no justifica los medios. Eso me ha hecho incluso perder clientela, pero en cambio, he ganado en  paz interior y , sobre todo,  me ha permitido  o más bien me ha enseñando, a disfrutar de mi profesión. 
     Eduardo J. Couture fue un renombrado jurista uruguayo que amén de otras muchas obras redactó lo que se conoce por "El Decálogo del Abogado". Falleció en 1.956 pero su obra mantiene plena vigencia hoy día y  a ella acudo en repetidas ocasiones cuando  "tengo que replanterarme un asunto".

DECÁLOGO DEL ABOGADO
      
     I. Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serán cada día un poco menos Abogado.

   II. Piensa, El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
   III. Trabaja. La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la Justicia.
   IV. Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.
  V. Sé leal. Leal como tu cliente al que no puedes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando el sea desleal contigo, Leal para con el Juez que ignora los hechos, y debe confiar en lo que tu le dices y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas.
   VI. Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya.
   VII. Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
  VIII. Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho, en la Paz como substitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.
   IX. Olvida. La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras llenando tu alma de rencor llegaría un día en que la vida sería imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
   X. Ama tu profesión. Trata de considerar la Abogacía de tal manera que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proporcionarle que sea Abogado.

jueves, 16 de agosto de 2012

JÓVENES PRO VIDA AGREDIDOS POR ACTIVISTAS DE GREENPEACE










     Me asombra leer en la prensa que un grupo de jóvenes de Crossroads, que peregrinan por España durante los meses de julio y agosto  defendiendo el derecho a la vida ( a la humana, me refiero), han sido insultados y amenazados por activistas de Greenpeace.  

     Crossroads fue fundado en 1995 por Steve Sanborn, estudiante en la Universidad Franciscana de Steubenivlle (EEUU) como respuesta a la llamada de SS. Juan Pablo II a los jóvenes a que tomaran un papel activo en el movimiento provida y el establecimiento de una Cultura de la Vida. Cada verano, jóvenes estadounidenses hacen simultáneamente cuatro rutas provida cruzando Estados Unidos desde Seattle, San Francisco, San José y Los Angeles hasta Washington D.C. para dar testimoniode la dignidad y valor de toda vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.
     Desde entonces la iniciativa de Crossroads se ha arraigado también en Canadá e Irlanda y  aprovechando la inercia de la JMJ Madrid 2011, empieza a consolidarse  en España.
   En la página web del grupo, manifiestan los jóvenes que "durante nuestras peregrinaciones, intentamos unir nuestros esfuerzos, oraciones y pequeños sacrificios con los sufrimientos de Cristo, crucificado por todos, nacidos y por nacer.También hablamos a grupos parroquiales para animar al activismo provida en sus comunidades.
    Crossroads reconoce la necesidad de extender el mensaje de la vida y el amor por los medios que el mundo contemporáneo nos ofrece.  Participamos activamente en la radio, la televisión, y entrevistas tanto en los medios de comunicación generalistas como los religiosos.
    Cada joven que acepta el reto de peregrinar con Crossroads es una parte integral de este apostolado."

     La iniciativa me parece todo un acierto y  más aun procediendo de jóvenes, que al fin y al cabo son los llamados a construir la sociedad futura.
     Pues bien, para  Greenpeace , que se autodenomina  como una "ONG ecologista y pacifista internacional, independiente política y económicamente, que realiza campañas para preservar los bosques, los océanos y la biodiversidad, para detener el cambio climático y la contaminación y para preservar la paz.",  la defensa de la vida  humana no entra dentro de sus  intereses. Muy bonito  y correcto políticamente  eso de querer preservar los bosques, océanos y biodiversidad pero... ¿ preservarlos para quien? Pensaba que para que los humanos disfrutáramos de ellos, pero al parecer no , dado que la vida  humana no es preservable según su filosofía. Tendríamos así un encantador planeta inhabitado.
     La verdad es que la noticia es como para meter la cabeza en una olla y estar dándose cabezazos un día entero: los adalides de la salvación del planeta, los que se parten la boca por salvar a una ballena, a un oso polar o a una maceta de geranios, los que  proclaman que trabajan para tener un planeta más limpio, más justo y un futuro lleno de  vida, ésos, acosan, insultan , increpan  y amenazan a un grupo de jóvenes escupiéndoles a la cara consignas tales como ¡ Somos pro aborto! ¡ ¡Somos pro muerte! y dedicándoles las bonitas  frases que en la denuncia interpuesta por los agredidos se recogen ( clikc para leer texto completo de la denuncia). 

     Y yo, que hasta la fecha simpatizaba con el movimiento, desde este momento reniego del mismo: prefiero la vida de un niño a la de todos los millones de bichos a los que supuestamente defiende  Greenpeace.

miércoles, 15 de agosto de 2012

EL ÓBOLO DE LA VIUDA CON RECORTES





     Por fin me decido a escribir algo mío, no un mero copia y pega que tanto facilita el internet. La verdad es que últimamente mi vida, en todos los aspectos  ha debido ser  muy gris, muy plana,  porque en todo este tiempo no se me ha ocurrido nada sobre lo que hablar y como dijo Jesús, “ de lo que abunda el corazón , habla la boca”.  Mi corazón no abunda nada por lo visto y la boca no tiene de qué hablar. 
     Esta mañana  he ido a Misa de una a mi parroquia. En mi parroquia se celebran  una siete Misas los días de precepto y casi en casi todas hay lleno total. Hoy, pese al calor, la feria  y lo malo de la  hora, pese a las  vacaciones, pese a todo, estaba “abarrotá”. La edad media era elevada , yo diría que por encima de los 60, pero era una feligresía bien dispuesta, que cantaba  y  participaba animosamente. Yo, la verdad, no estaba para mucho. El sudor me chorreaba y me había dejado el abanico en casa. En la parroquia, al contrario de lo que sucede en otras más pudientes, no hay aire acondicionado y los sofocos hay que combatirlos a golpe de abanico. El sonido del abre /cierra de los abanicos  es para mi consustancial a las Misas y me acompaña desde que era pequeña. 
Como no había sitio, buscando, buscando, he ido a parar al primer banco, junto a una viejecita de esas que usan el carrito de la compra  en sustitución del andador. Estaba allí, bastante peripuesta con su carrito de la compra colorado. El hecho de haberme puesto delante, me obligaba a mantener la atención - si bien la loca de la casa ha hecho de las suyas-  porque me parecía que el sacerdote me miraba especialmente. Supongo que el hombre mirará a los que tenga más cerca y en este caso, yo era uno de ellos. 
     El caso es que llegado el momento de la colecta, observo como la viejecita   pizpireta  que había a mi lado,  saca un billete de cinco euros, le dice algo  a la recolectora y ésta, del canasto, va sacando monedas para devolverle: no sé a cuanto ascendió el cambio, pero el detalle me produjo risa. Aprecié como el sacerdote, miraba de reojillo   y a mi me dio más risa todavía. Cuando llegó mi turno, no eché nada.
     Al  principio, la conducta de la anciana me pareció chocante ¡Mira que pedir la vuelta de un donativo! Después me miré a mi misma: estaba en el primer banco porque había llegado tarde a Misa, entré un vez comenzada y no encontré más sitio que ése. Me había puesto lo primero que pillé, decente, pero mas bien “ de trapillo “ y para colmo, pese a criticar internamente lo que me parecía una ridiculez- pedir la vuelta de cinco euros-  me di cuenta de que más ridícula había sido yo, que no había dado nada. En cambio, la señora, en su estilo, se había arreglado  perfectamente para la ocasión -que lo ameritaba,  pues se trataba de una invitación a comer con el mismísimo Rey de reyes -  había tirado de su carrito rojo de la compra para sostenerse hasta llegar al templo ;  cantaba y respondía con todas sus ganas y  había contribuido a la colecta. Por su aspecto, parecía una de tantas viudas que con la mínima pensión hacen filigranas para sobrevivir y aun así  había depositado su óbolo que seguramente le hacía más falta que a mi el que no dí. Estoy segura de que a Jesús le complació más el ejercicio de economía doméstica de la viejecita presumida que mi  aparente - aunque no consciente- desdén  por el acto al que había sido convocada. En definitiva,  de lo que abunda el corazón, habla la boca…… y también el bolsillo

martes, 14 de agosto de 2012

ASUNCIÓN








Sólo la Niña aquella, la Niña inmaculada,
la Madre que del hijo recibió su hermosura,
la Virgen que le dice a su Creador criatura,
sólo esa Niña bella al cielo fue elevada.

Los luceros formaron innumerables filas,
tapizaron las nubes el cielo en su grandeza;
y aquella Niña dulce de sin igual belleza
llenaba todo el cielo con sus claras pupilas.

Nuestro barro pequeño, de nostalgia extasiado,
ardientemente quiere subir un día cualquiera
al cielo, dónde el barro de nuestra Niña espera
purificar en gracia nuestro barro manchado. Amén.





     “En esta solemnidad de la Asunción contemplamos a María: ella nos abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para alcanzarlo: acoger en la fe a su Hijo; no perder nunca la amistad con él, sino dejarnos iluminar y guiar por su Palabra; seguirlo cada día, incluso en los momentos en que sentimos que nuestras cruces resultan pesadas. María, el arca de la alianza que está en el santuario del cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino hacia nuestra verdadera Casa, la comunión de alegría y de paz con Dios”.
Homilía Benedicto XV, Fiesta Asunción 2010