domingo, 16 de septiembre de 2012

CREO EN EL SUFRIMIENTO







     «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.»

     El evangelio de  hoy me gusta especialmente, no sólo el final que trascribo , sino todo él. Es una interpelación directa de Jesús a sus amigos - entonces - y a nosotros ahora: Pedro lo reconoce como Mesías, pero cuando Jesús le muestra en qué consiste su mesianismo,  el apóstol lo rechaza. Jesús no va a ser el guerrero  triunfante que el pueblo espera, sino el pobre Hombre-Dios que después de sufrir el rechazo y los padecimientos, acabará muriendo en una cruz. Ese mesianismo no convence a Pedro ni nos convence tampoco a nosotros. Permanecemos con Jesús  y llegamos a aceptar su  cruz , pero la mayoría de las veces, no la nuestra, sin reconocer que si queremos vivir en Cristo  y que Él viva en nosotros  hemos de asumir su  - aparente- derrota para gozar también con Él de su triunfo. Éso es ser uno con Cristo y eso  es lo que muchos santos y beatos han llegado a asimilar de tal manera que   sus cruces - todos en la vida las tenemos-  las han convertido en instrumentos de consolación y no de tortura y con ellas han recibido un adelanto de la futura gloria.

     Tras meditar sobre lo anterior , esta tarde  he abierto el correo y  tenía un mensaje de "Amigos de Lolo" , que llevaba adjunto un boletín. Lolo  (Manuel Lozano Garrido)  fue un periodista y escritor, miembro de Acción Católica, que pasó más de veinticinco  años de su vida en silla de ruedas y los nueve últimos, ciego. Falleció en 1.971 a los 51 años y fue beatificado  en Linares el 12 de junio de 2010.  Mirando  el boletín,  he encontrado la siguiente oración escrita por él, que me ha acabado de dar luces sobre el evangelio del día y  que por haberme parecido preciosa, quiero compartir.


"CREO en el sufrimiento como en una elección y quiero hacer de cada latido un sí de correspondencia al amor.
CREO que el sacrificio es un telegrama a Dios con respuesta segura de Gracia.
CREO en la misión redentora del sufrimiento. Me acercaré a quien sufre como el relicario que guarda el "Lignunm-crucis" de la Pasión.
Doy un margen de fe al dolor en lo que tiene de poda necesaria y viviré en silencio mi hora de germinación, con la esperanza a punto.
CREO en la función útil de la soledad. Los pantanos se hacen en las afueras, para recoger la fuerza del agua y luego devolverla en luces y energía.
CREO que la acción y sacrificio cristianos se traban como la era y la lumbre de un cirio. Cuanto más pura es una inmolación tanto más resplandeciente su testimonio.
CREO que la inutilidad física revierte en provecho espiritual de todos. El arco iris de la Redención se tensa desde la inmovilidad de un niño hasta la invalidez que dan los clavos de una Cruz.
Daré a Dios los panes y los peces de mi corazón para que ÉL los convierta en milagro de salvación para todos.
Árbol de Dios, con raíces y ramas, viviré con las rodillas atornilladas y las manos metidas en las estrellas, encaramando nuestra savia y porteando hacia abajo la cosecha de la Gracia."




sábado, 15 de septiembre de 2012

NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES



NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES
15 DE SEPTIEMBRE


Nuestra Señora de los Dolores del Puente (Málaga)



¿Habrá dolor más intenso
que tu dolor dolorido?
¿Habrá, Señora, un gemido
más soledoso y más denso
que el que te enluta, hondo y tenso,
de morada y negra toca?
¡Oh turba que pasáis loca,
hijas de Jerusalén,
mirad la bondad sin bien:
mojad con hiel vuestra boca!

¿No son más blandas las piedras
y más compasivo el cielo
que mi corazón sin duelo,
cuando tú, como las hiedras
junto a la cruz, no te arredras
de ahogarte en esos oleajes
de hiel? Obscuros celajes
envolvían el Calvario,
y tú eras, Madre, el sudario
de aquel diluvio de ultrajes.

Dame ese llanto bendito
para llorar mis pecados;
dame esos clavos clavados,
esa corona, ese grito,
ese puñal, ese escrito
y esa cruz para loarte,
para urgirte y consolarte,
Oh Virgen de los Dolores,
para ir sembrando de flores
tu viacrucis parte a parte. Amén.

Himno de Laudes

domingo, 9 de septiembre de 2012

SANTIAGO Y DON TONTÍN



                          Carta del apóstol Santiago (2,1-5)


     "No juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con el favoritismo. Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso. Veis al bien vestido y le decís: «Por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado.» Al pobre, en cambio: «Estáte ahí de pie o siéntate en el suelo.» Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos? Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman?"



     Desde un principio, la Iglesia se consolidó sobre los pobres. La propia Madre de Dios, antes del nacimiento de su hijo,   proclamó ante su prima Isabel: " los pobres los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos".

      Son muchos los pasajes evangélicos en los que Jesús ensalza la pobreza -bienaventurados los  pobres - contraponiéndolos a la figua del  joven rico :  es más difícil que un rico entre en el Reino de los cielos que un camello por el ojo de una aguja...Claro está que Jesús no fue excluyente,  no condenó a los ricos por  el hecho de serlo , sino por su actitud. Solo el que es pobre puede esperarlo todo de Dios, aceptar la gratuidad de la salvación que se nos ofrece ; el rico, las más de las veces, pretende adquirirlo todo con su dinero. El que nada tiene que perder no desconfía, a ése siempre le queda la esperanza.
      No obstante, reitero que hay excepciones , ricos con la humildad de los pobres y también pobres altaneros, que de tener posibles se convertirían en verdaderos tiranos. Pero lo cierto que la Iglesia nació pobre, de los pobres y  para los pobres. El mismo Jesús fue pobre, como la gran mayoria de sus seguidores. Incluso en los primeros tiempos,  la Iglesia fue criticada por su pobreza por Celso  , quien reprochaba a Jesús el que “cuando vivía no fue capaz de ganar más que a una decena de pescadores y recaudadores de impuestos, gente de la más abominable”, añadiendo que los cristianos rechazan a «las personas educadas, instruidas y dotadas de sensibilidad», mientras que hallan sus adeptos entre «los necios, los indignos, los tontos, esclavos, mujeres y niños. En sus reuniones sólo se ven “tejedores, zapateros, lavanderos, gente sin letras y tipos rústicos, que no serían capaces de decir ni una palabra delante de sus mayores y amos educados»


    Santiago, en su carta, nos recuerda que  la Iglesia es la Iglesia de los pobres y exhorta a que no existan favoritismos en ella.



  Hoy he asistido a Misa de dos de la tarde en mi parroquia. A esa Misa no suelo ir casi nunca, porque me pilla en la hora del hambre, pero había tenido un compromiso anterior y se me hizo tarde.  En mi parroquia, la verdad, no se reservan sitios, a no ser en la Eucaristía del sábado donde los carmelitas seglares se suelen sentar juntos en las primeras filas. No hay reserva de bancos , pero se les respeta  el lugar  por el resto de la feligresía, por aquello de que se pongan todos juntos. Supongo además que es algo especial para ellos, porque todos se cuelgan esos escapularios enormes, que el resto de la semana no acostumbran a usar. Ya digo que como a Misa de dos no suelo asistir, no conozco al personal, pero hoy he visto en ella a Don Tontín. Don Tontín es el pobre que pide al final del semáforo de mi calle: tiene una cara de esas entre inocente y triste y  mi marido, con cierta dosis de mala baba , lo rebautizó con ese mote. No sé cual es su  verdadero nombre. Es un pedigüeño agradable y agradecido, de los que no te insultan si no le das y siempre tiene buena cara , aunque de las características señaladas. Pues bueno, lo he visto acercarse a comulgar, muy despacito,  el último de la fila. No creo que nadie le haya indicado que se coloque en el último lugar, puede que él mismo haya considerado que su sitio era ése. El caso es que allí  iba el hombre a recibir a Jesús, con maneras muy humildes ,   con una  camisa de rayas imposibles que le venía tres tallas grande y un  pantalón de cuadros más difícil de mirar todavía: una combinación como para que no le echen mal de ojo. 


Aproximación a la cara de Don Tontín


     El detalle me ha hecho pensar. En la mayoría de las iglesias   a las que asisto normalmente , nunca he visto que se reservasen  los  bancos: cada cual se pone donde le place.  Ahora bien, en las grandes solemnidades , en las Misas multidudinarias que se celebran en ocasiones especiales ( visitas papales, funerales de estado, toma de posesión de alguna  autoridad eclesiástica, día de la Patrona de la ciudad...) sí que he observado que no se cumple en absoluto lo que el apóstol nos indica. Haciendo memoria, no consigo recordar a los Don Tontines en los primeros bancos en esas ocasiones, antes bien, estos están reservados a las distintas autoridades,  a muchas de las cuales, jamás he visto en la iglesia más que en esos momentos  de protocolo y lucimiento personal (no es el caso de  Fabiola de Bélgica, que aunque aparece en la foto que he puesto al  inicio me consta que es persona muy devota).
     Los "figurones"  además, suelen hacer acto de presencia en el último momento pero  tienen su reserva garantizada cuando el pueblo llano, la Iglesia de Jesús, a lo mejor lleva horas intentando acomodarse en el templo y no consigue más que una silla en el último lugar, donde ni se ve ni se oye. 

     No es una crítica a la Iglesia - la Iglesia es madre  y  a las madres no se les critica y además , al fin y al cabo Iglesia somos todos - pero sí una constatación de la realidad. Jamás he visto, v.g.  que el alcalde de mi ciudad, aun estando el templo lleno, se haya tenido que quedar de pie como la mayoría de los asistentes . Siempre tiene su asiento  junto al presbiterio. Los demás no,  los demás nos acomodamos como podemos, de pie, detrás, sin apenas poder participar de la celebración y éso pese al madrugón para coger un buen sitio. 


   Supongo que todo obedece a cuestiones de protocolo, pero precisamente el protocolo que marcó Jesús difiere mucho del protocolo que nos hemos inventado sus seguidores. Por eso , en la Eucaristía de hoy, la visión de Don Tontín con su camisa a rayas acudiendo a comulgar  el último, me ha hecho reflexionar sobre si estaremos haciendo las bien las cosas.

   


jueves, 6 de septiembre de 2012

NO TEMAS, DE AHORA EN ADELANTE SERÁS PESCADOR DE HOMBRES



Juan Pablo II canta "Pescador de Hombres"


     En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. 
     Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. 
Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. 
     Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: "Navega mar adentro, y echen las redes". 
     Simón le respondió: "Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes". 
     Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. 
     hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. 
     Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador". 
   El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; 
y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: "No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres". 
     Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron. 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

BEATA TERESA DE CALCUTA, RUEGA POR NOSOTROS


5 de septiembre, festividad de la Beata Teresa de Calcuta






     Beata Teresa de Calcuta, que deseaste amar a Jesús como nunca antes fuera amado, te entregaste completamente a Él, no negándole nada. En unión con el Corazón Inmaculado de María, aceptaste Su llamada a saciar Su infinita sed de amor y almas y comenzaste un camino de amor hacía Él, a través de los más pobres de entre los pobres, con total confianza y entrega a cumplir Su voluntad, siendo testigo de la alegría de pertenecer completamente a Él. Estuviste tan íntimamente unida a Jesús, tu Esposo crucificado que Él se dignó a compartir contigo la agonía de Su Corazón mientras estuvo colgado en la Cruz.

     Beata Teresa, tu que prometiste a llevar, continuamente la luz del amor a toda la Tierra; reza por nosotros, para que también nosotros deseemos saciar la Sed de Jesús, amándole ardientemente; compartiendo Sus sufrimientos con alegría, y sirviéndole con todo el corazón en nuestros hermanos y hermanas, especialmente en aquellos no-amados y no-deseados. Amen.




lunes, 3 de septiembre de 2012

EL ESPÍRITU DEL SEÑOR ESTÁ SOBRE MI


Sinagoga de Nazaret




 «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista; para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor.»

Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.» 

      Siempre me ha gustado mucho este evangelio. Jesús se revela a sus paisanos: él es el Ungido, el Mesías liberador que el pueblo esperaba. Lástima que sus vecinos no lo creyeran; lástima que nosotros tampoco. En los tiempos que corren - en todos los tiempos- la  proclamación que Jesús hace de sí mismo como enviado para  anunciar el evangelio (la buena noticia)  a los pobres - ¿quien no es pobre material o espiritualmente?-;  para dar la libertad a los cautivos -¿quien no está cautivo de sus pasiones, de sus miedos, de su desesperanza-;dar   la vista a los ciegos -¿es que no estamos ciegos, es que no somos ciegos que guían a otros ciegos?- ; dar  libertad a los oprimidos - ¿de verdad nos creemos libres? ¿no estamos atados por esta sociedad que nos incita a adquirir lo que no necesitamos y que luego no podemos pagar? ¿ no nos mueve el afán de ser más que los demás, de tener más que los demás? ¿no dejamos pasar la vida sin disfrutarla para tener cosas que a la postre  no nos hacen felices?... digo que este anuncio de Jesús,  debería provocarnos dar saltos de alegría. Se acabaron nuestros problemas, somos libres, podemos ser felices. Pero no,  igual que en aquél tiempo en Nazaret, nosotros, paisanos también de Jesús - Jesús está en su palabra, en la Eucaristía, en los pobres a los que despreciamos, tenemos su promesa de que permanece con nosotros-  no creemos  que hoy " se cumple esta Escritura que acabamos de oir". Y así nos va. Y así nos irá hasta que no seamos capaces de asumir que somos libres, que Dios nos ha liberado a través de su Hijo, que se nos ha abierto la puerta del Reino y que solo necesitamos cruzar el dintel para tener ya nuestro cielo en la tierra.