miércoles, 21 de agosto de 2013

REVESTIDOS DE CRISTO




Cristo de Mena




     Vengo a Ti como Jacob con los vestidos de Esaú,  es decir, con los méritos y la Preciosa Sangre de Jesucristo.Tú, Padre, que has querido parecer ciego en la oscuridad de ese gran misterio que es la revelación de tu amor, pon tus manos sobre mi cabeza y bendíceme como a tu único Hijo. Tú has querido verme tal como soy en realidad. Pues mi yo pecador no es  mi yo verdadero, no es el yo que Tú has querido para mi, sino tan sólo el yo que yo he querido  para mí mismo. Y ya no deseo más este falso yo. Ahora, Padre, vengo a Ti en el yo de tu propio Hijo, porque es su  Sagrado Corazón el que ha tomado posesión de mí y ha aniquilado mis pecados, y es Él quien me presenta a Ti. ¿Dónde? En el santuario de su propio Corazón, que es tu palacio, el templo donde los santos te adoran en el cielo. ( Thomas Merton , Diálogos con el Silencio)



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