martes, 17 de septiembre de 2013

HERMANAS SACRAMENTINAS INVIDENTES





      Hace un tiempo descubrí una congregación en la que admitían religiosas con síndrome de Down.  La orden en cuestión es la de las Hermanitas Siervas del Cordero,una Asociación Pública de Fieles, fundada en 1985 en Francia. Su vocación es eminentemente contemplativa, basada en la Regla de San Benito y en el camino de la Infancia Espiritual de Santa Teresa del Niño Jesús, y ofrece a las jóvenes con síndrome de Down  la posibilidad de realizar su vocación religiosa, sostenidas por otras Hermanas  de comunidad que no tienen la trisomía 21.La comunidad está asistida en materia sacramental por el Monasterio Benedictino de Fontgombault, esto es, conforme a la Forma Extraordinaria del Rito Romano. El Instituto está compuesto de diez Hermanas." El post completo se puede leer aquí.


    Ahora he conocido a las Sacramentinas no videntes , hijas de Don Orione. Mons. Orione fundó dos congregaciones religiosas: Los Hijos de la Divina Providencia (padres, hermanos y eremitas) y las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad (hermanas de vida activa y hermanas contemplativas ciegas).
   Cuando era director espiritual en un colegio de ciegos, Colegio Regina Margherita, en Roma, fue invitado por el director Augusto Romagnoli a fundar una congregación femenina para jóvenes ciegas. Allí en el colegio ya existían algunas jóvenes piadosas en esas condiciones que vivían como hermanas. Mons. Orione reflexionó la propuesta y después de largas noches rezando desde la ventana de la cúpula de la catedral de Tortona que daba de frente al sagrario, mirando para aquella lámpara encendida al lado del Santísimo y dijo: "Oh lámpara, cede tu lugar para que yo pueda estar al menos un día consumiéndome por amor a Jesús". Este pensamiento sirvió de inspiración para la fundación del futuro ramo de las hermanas sacramentinas.
Mons. Orione tuvo una visión: Delante del sagrario, vio a las sacramentinas en adoración con el hábito blanco y el escapulario rojo con la eucaristía y los rayos del sol.
   De repente vino una inspiración de gracia y  fundó la rama de las hermanas adoradoras ciegas (sacramentinas). Mons. Orione decía que las sacramentinas deberían ser como el sol que irradia luz sobre el mundo. 
   
           




     “Mientras unos religiosos trabajaban en los colegios y otros en los barrios, es necesario que haya un grupo que esté haciendo el papel de Moisés”, dijo San Luis Orione al impulsar su viejo anhelo de incluir en su Obra una rama contemplativa de adoración eucarística.

     Así nacían las Hermanas Sacramentinas no videntes -diferenciándose 
de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad- el 15 de agosto de 1927, cuando el santo impartía en Tortona (Italia) las consignas de la nueva familia a las primeras cuatro religiosas ciegas.

     Poco a poco fueron llevando esta misión a otros países como España, Brasil, Kenia, Chile y Argentina, donde también un 15 de agosto, pero de 1952, abrían una nueva casa.     El nombre “Hermanas Sacramentinas no videntes” proviene de la adoración del Santísimo Sacramento. Las hermanas llevan en sus hábitos los colores que simbolizan la pureza y la vida (el blanco), y la llama de amor y la sangre de Jesucristo (el rojo), además un distintivo que representa una hostia con rayas doradas y las iniciales JHS (Jesús Hombre Salvador).

     Son parte de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad (PHMC) pero con un apostolado diferente: el ofrecimiento diario de la privación de su vista al Señor por el bien de aquellos hermanos que no conocen a Dios.

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